En las dos últimas décadas, la narrativa en torno al almacenamiento de datos ha experimentado cambios drásticos. Los primeros años de la década de 2000 se caracterizaron por una sólida infraestructura de almacenamiento de propiedad empresarial -pensemos en SAN, NAS y Canal de Fibra- en la que las empresas realizaban grandes inversiones de capital para garantizar un control, rendimiento y fiabilidad totales. Nexsan, entre otros proveedores, prosperó ofreciendo soluciones de almacenamiento diseñadas específicamente y optimizadas para aplicaciones empresariales críticas.
En la década de 2010, la revolución de la nube puso patas arriba el mercado del almacenamiento de datos. Las promesas de escalabilidad infinita, elasticidad y drásticas reducciones de los costes operativos atrajeron a las empresas hacia la migración a la nube. Proveedores como AWS, Azure y Google reconfiguraron rápidamente la forma en que las organizaciones veían el almacenamiento de datos, alimentando la creencia de que los métodos tradicionales de almacenamiento estaban anticuados. El sector se apresuró a declarar la muerte del centro de datos, impulsado por discursos sobre la simplificación de la gestión y la reducción de los gastos generales.
Sin embargo, el brillo de las soluciones de almacenamiento sólo en la nube se ha atenuado en los últimos años. Aunque la pandemia COVID-19 aceleró la adopción de la nube debido a la necesidad de accesibilidad remota e infraestructura flexible, también puso de manifiesto importantes deficiencias. Los costes inesperadamente elevados, la falta de transparencia en el rendimiento, los complejos requisitos de cumplimiento y las severas tasas de salida hicieron que las organizaciones reconsideraran su confianza en las soluciones en la nube.
La aparición del pensamiento híbrido
Las organizaciones están adoptando ahora un enfoque más matizado e híbrido, reconociendo que no todos los datos deben vivir únicamente en la nube. Este cambio está impulsado en gran medida por la comprensión de que poseer una infraestructura de datos proporciona una ventaja estratégica, sobre todo para las cargas de trabajo predecibles, de gran volumen y sensibles al cumplimiento.
Las soluciones locales, como las series E, Assureon y NV de Nexsan, ofrecen a las empresas una base segura y de alto rendimiento dentro de un modelo híbrido. Proporcionan zonas de aterrizaje críticas para datos sensibles, desde copias de seguridad y almacenamiento de máquinas virtuales hasta análisis y agregación de computación de borde. Con interfaces híbridas versátiles que incluyen NFS, SMB, S3 e iSCSI, estas soluciones ofrecen la flexibilidad y el rendimiento que necesitan las empresas modernas.
Seguridad mejorada y protección contra ransomware
El almacenamiento en la nube introduce intrínsecamente vulnerabilidades debido a las dependencias de terceros y a los entornos multiusuario, lo que aumenta el riesgo de ataques de ransomware. Las soluciones inmutables en local, como Assureon y Unity de Nexsan, ofrecen una protección inigualable contra el ransomware, garantizando que las copias de seguridad permanezcan inalterables y recuperables, incluso si los recursos de la nube se ven comprometidos. Este nivel de seguridad es esencial en el panorama actual de ciberamenazas y subraya la necesidad del almacenamiento in situ para la protección de datos críticos.
Propiedad vs. Alquiler: La realidad económica
El argumento económico a favor de la nube se ha vuelto menos convincente con el tiempo. La previsibilidad y el valor a largo plazo de poseer una infraestructura de almacenamiento pueden superar a menudo la aparentemente atractiva flexibilidad del modelo de pago por uso de la nube. Las soluciones en la nube a menudo dan lugar a costes fluctuantes y crecientes, ocultos tras complejos modelos de facturación y uso.
Ser propietario de tu infraestructura de almacenamiento significa una clara previsibilidad presupuestaria, valor de los activos y control del rendimiento, eliminando preocupaciones sobre vecinos ruidosos, problemas de latencia de varios inquilinos o estrangulamiento impuesto por el proveedor. Especialmente para las empresas que manejan datos sensibles al cumplimiento o soberanos, tener la custodia física de tu infraestructura de almacenamiento se traduce directamente en una ventaja empresarial, ya que ofrece una auditabilidad y un cumplimiento normativo sencillos.
Soberanía de datos y Edge Computing
A medida que los entornos informáticos se fragmentan y distribuyen más -entre comercios minoristas, instalaciones industriales, hospitales y oficinas remotas-, los enfoques basados únicamente en la nube resultan cada vez menos prácticos. Las plataformas de almacenamiento locales, especialmente las que ocupan poco espacio y son compatibles con varios protocolos, como Nexsan, proporcionan la resistencia y el rendimiento necesarios en el extremo, reduciendo la complejidad administrativa y mejorando la localización de los datos.
Reflexión final: El almacenamiento es ahora aún más estratégico
A pesar de dos décadas de promoción agresiva de las soluciones sólo en la nube, el sector está reconociendo el papel fundamental del almacenamiento local. Empresas como Nexsan, que mantuvieron un enfoque estratégico en soluciones de almacenamiento fiables, predecibles y de calidad empresarial, están ahora en una posición ideal para liderar esta renovada era híbrida.
En última instancia, las organizaciones están redescubriendo que el control estratégico sobre la infraestructura de datos no sólo salvaguarda la información, sino que fortalece los negocios. El almacenamiento no desapareció; simplemente evolucionó. Y en esta evolución, el almacenamiento local ha vuelto con más fuerza que nunca, demostrando ser esencial para las empresas que buscan seguridad, control de costes e integridad de los datos a largo plazo.